Es un privilegio y alegría inmensa poder dirigirme a todos nuestros hermanos y amigos que a lo largo de Chile y el extranjero nos visitan. Las distancias nos separan, pero hay algo más fuerte que nos une, y es el amor de Cristo. Este es un espacio para todos aquellos que aman a Jesús y aman la unidad del cuerpo de Cristo.
Estamos viviendo en un siglo donde el mundo avanza a pasos agigantados, en donde la ciencia logra grandes prodigios, donde la educación está formando a miles de jóvenes y niños, donde la tecnología supera lo logrado durante toda la historia de la humanidad. Pero es en este mismo siglo donde la iglesia del Señor debe levantarse con mayor poder, mayor gracia y mayor unción, pues así como los desafíos son grandes, nuestro Dios es grande para abrir caminos en el desierto y ríos en la soledad. Es muy importante ver como la sociedad avanza, pero es aún mas importante creer que solo la palabra de Dios puede lograr verdaderos cambios en esta sociedad ansiosa por un poco de amor.
Animo a las mujeres de Dios a las cuales represento, a ser las mujeres virtuosas que edifican hogares fundamentados en los principios bíblicos. Aquellas que instruyen a los niños en el camino del Señor, para que cuando ellos crezcan no se aparten de él.
Es tiempo de creer que algo grande viene, y que Dios usará a aquellos que están atentos al llamado.
Recordemos:
No estamos solos pues Dios va delante de nosotros abriendo puertas para entrar.
QUE DIOS BENDIGA SU IGLESIA
Con todo mi cariño y afecto
Pastora Alicia de Ormeño