Siendo las 10:00 hrs. del día miércoles 21 de Enero del 2009, se inicia el último servicio velatorio en la Iglesia Costa Rica - La Florida, coordinado por el pastor Nolberto Díaz, Supervisor de esta zona.
La Primera guardia de honor fue de nuestros pastores miembros del Directorio .
En representación de la Iglesia de Gendarmería, nuestro hermano Marcelo Bastías cantó al Señor la alabanza "Hombres de Valor". 
Nuestro pastor Juan Ormeño Lagos, dando palabras de consuelo a la Familia e Iglesia en general.
La salida del templo, por medio de los hermanos oficiales y pastores de nuestra Iglesia Unida Metodista Pentecostal.
La salida de nuestro Pastor Juan Ormeño y su Directorio.
La caravana al Campo Santo.
Hermosa recepción por Carabineros de Chile.
En el campo santo, se realizó un servicio espiritual coordinado por el Presbítero y miembro del Directorio Pastor Nelson Díaz G.
Nuestro pastor Nacor Arredondo Martín en la oración de invocación.
Nuestro Pastor Juan Ormeño en el mensaje central.
Josue Madariaga, agradeciendo al Señor y a los asistentes.
El hermano Juan Sandoval, oficial de la Iglesia Costa Rica, expresando sus sentimientos y gratitud al Señor.
A nombre de la Juventud de la Iglesia Costa Rica, fue leida la siguiente reseña.
Nuestro pastor Juan Ormeño, pidiendo la bendición por este servicio y pidiendo al Señor por la paz en los corazones, especialmente de su familia.
El toque de silencio por Carabineros de Chile
Un homenaje póstumo al escuchar las balas de salva.
Nuestro pastor Nacor Arredondo Martín en la oración de invocación.
Nuestro Pastor Juan Ormeño en el mensaje central.
Josue Madariaga, agradeciendo al Señor y a los asistentes.
El hermano Juan Sandoval, oficial de la Iglesia Costa Rica, expresando sus sentimientos y gratitud al Señor.
A nombre de la Juventud de la Iglesia Costa Rica, fue leida la siguiente reseña.Hace casi seis años llegó hasta nuestra Iglesia Santa Julia, vino a Santiago desde Punta Arenas, allí dejó a su familia mientras ordenaba la obra que Dios le ´había mandado a guiar aquí.
Mientras esperaba que llegara su familia, se le veía solo asistiendo a las reuniones, la tarea se venía difícil debido a la separación de los miembros de la Iglesia quedando muy pocos hermanos para apoyarlo.
Fue así como nuestro pastor tuvo que comenzar la obra de nuevo, buscando almas nuevas de confianza para continua con los hermanos que ya estaban en la congregación.
Después de un tiempo llegó su esposa, nuestra pastora Barbarita junto a su hijo Josué, nuestro pastor se veía feliz, pero para completar su felicidad faltaba la niña de sus ojos como él decía, al poco tiempo esto se cumplió, ya que llegó su hija Katherine a Santiago, la familia ya estaba completa, ahora faltaba luchar por una buena congregación espiritualmente.
Los años fueron difíciles, se presentaron muchas pruebas, a pesar de esto nuestro pastor Manuel continuo firme junto a su familia, a la congregación que lo apoyaba y principalmente a la ayuda de Dios.
Fueron pasando los días, semanas, hasta meses y su fe no disminuía, él tenía la convicción de que esta Iglesia saldría adelante... y así fue.
La Iglesia comenzó a prosperar espiritual y materialmente, la unión se fortalecía con el tiempo entre pastores y hermandad, demostrando así actos de cariño mutuos, siempre quedarán en nuestros corazones los momentos que pasamos junto a él, porque, como olvidar los cumpleaños, navidades, años nuevos y todas las festividades que compartimos y celebramos juntos.
Agradecemos también su amor, apoyo y comprensión que brindó a cada miembro de su Iglesia.
Para nosotros además de un buen pastor, tambien fue un segundo padre, amigo, consejero y consolador. Dando y sintiendo el apoyo cada cuerpo de la Iglesia,en especial al cuerpo de juventud le da las gracias, ya que todos nuestros proyectos lograron sus objetivos gracias a Dios y al apoyo incondicional de nuestro pastor.
Nos maravillamos de la excelente ejecución de la labor a la que el Señor lo envió, nos entregó bendiciones, cargos y enseñanzas que nos hicieron crecer como cristianos e hijos del Señor. Tampoco olvidaremos de su constante alegría y buen humor que lo caracterizaba.
Con su partida queda un vacío inmenso en nuestra Iglesia, ahora "Costa Rica", ya que compartimos gran parte de nuestras vidas junto a él y su familia.
Lo que nos daja muy tranquilo es que todo el amor que le tenemos, se lo hicimos saber en vida y él lo hizo tambien de manera recíproca.
Quedan en nosotros los lindos recuerdos, las bendiciones que nos entregó, junto con la paz y el entendimiento de que cumplió lo que más anhelaba en esta vida, que era llegar hasta los brazos de Nuestro Señor.
Sabemos que solo nos lleva la delantera, pero durante el transcurso que no lo veamos, lo extrañaremos mucho!!!
Se despide su Iglesia que lo ama enormemente.
LA IGLESIA COSTA RICA, LA FLORIDA.
Nuestro pastor Juan Ormeño, pidiendo la bendición por este servicio y pidiendo al Señor por la paz en los corazones, especialmente de su familia.
El toque de silencio por Carabineros de Chile
Un homenaje póstumo al escuchar las balas de salva.