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miércoles, 11 de agosto de 2010

HOMENAJE POSTUMO A UN GRAN HOMBRE DE DIOS


ESTIMADA ES A LOS OJOS DE JEHOVÁ LA MUERTE DE SUS SANTOS.

(Salmo 16:15)



El 21 de Diciembre de 1934 en la localidad de Punitaqui, cuarta región, el matrimonio conformado por Pedro Contreras Leiva y Audilia Zepeda se preparaban para recibir a su hijo, Atalibar Del Carmen Contreras Zepeda. Su madre al recibirlo en sus brazos llena de orgullo lo abraza y contempla, mas ella nunca imaginó que Dios haría del niño, un pastor. Esta fue la fecha que escogió nuestro Dios para que naciera este varón, siendo el cuarto de ocho hermanos, fue protegido desde niño por nuestro Señor, pues en el futuro le entregaría una gran responsabilidad; dirigir un pequeño, pero preciado rebaño ante los ojos del Señor en la Primera Iglesia de Calama.

El 17 de Septiembre del año 1962, siendo las 11.00 horas, contrae matrimonio con la joven Crisnilda Piñones Bahamontes, con quien tuvo una hermosa familia conformada por tres hijos: Sandra, Aarón e Isaac, además de cinco nietos y un bisnieto, quienes hasta el día de hoy permanecen en la fe de nuestro señor Jesucristo.


Durante este mismo año, el Señor llama a este joven matrimonio a su camino, pues ya debía cumplirse el plan que nuestro Dios tenía trazado para ellos. Desde ese momento nuestro Pastor Atalibar fue honrado con diferentes cargos a lo largo de su vida cristiana, entre ellos fue portero, pasillero, jefe de punto de predicación, oficial, pastor, diácono y presbítero. El Señor, nuestro Dios, depositó en él la gracia de su Santo Espíritu, recibiendo el llamado pastoral a la edad de 34 años, por medio de nuestro amado Obispo Carlos San Martin Pulgar, en la Asamblea Anual de Pastores del año 1970 celebrada en la ciudad de Linares.


Fue así que asumió su cargo, siendo ordenado Pastor en la Primera Iglesia Unida Metodista Pentecostal de Calama, donde fue el sucesor del pastor Porfirio Varas. Permaneció firme por 40 años dedicados a amar a Cristo, a amar a Dios y a trabajar en forma exclusiva para la obra del Señor. Durante su ministerio ganó madurez y experiencia espiritual, recibiendo y practicando los consejos que nuestro amado Obispo entregaba y así nuestro Buen Dios le prosperó haciendo florecer y crecer la obra.


Dentro de nuestra ciudad, fue estimado y respetado por las autoridades cristianas, dándole un reconocimiento público el año 2009 por ser el pastor más antiguo predicando el evangelio de nuestro Dios en Calama.


El día 13 de Julio del año 2010, fue un día especial, un día de gran celebración en los cielos, los ángeles entonan melodías celestiales pues reciben a un gran Ministro del Señor, siendo las 11:30 horas termina su carrera con gozo en la tierra, ya que el Señor lo llama a su presencia.


Toda la congregación agradece a Dios por el hermoso tiempo que permitió que nuestro Pastor estuviera con nosotros. Sin duda, todas sus pruebas, sus esfuerzos y sus constantes oraciones dieron su fruto, enseñándonos con su ejemplo la perseverancia, la senda antigua que en estos tiempos es muy difícil guardar. Sin olvidar, un Don grande y divino como lo fue su humildad y sencillez. Pero la enseñanza más importante fue amar a Dios, teniendo presente que Él siempre debe ser el primero en nuestro corazón.


Aún hay dolor en nuestros corazones por la pérdida de nuestro amado pastor, pero Dios en su grandeza nos consuela con su Espíritu Santo y nos da su dulce calma.


Nuestra gratitud para con los pastores miembros del Directorio de nuestra Iglesia Enrique Villalobos (1ra. Cerro Navia), Juan Mesías (1ra. Antofagasta) y Pastor José Pedraza (Macul) enviados por nuestro pastor Presidente Juan Ormeño Lagos para acompañarnos en estos difíciles momentos. Como también agradecemos la presencia de nuestros Pastores Supervisores Samuel Pallauta (Arica) y Pablo Santibáñez (2da. Caldera), a los Pastores Hermógenes Agusto (2da. Calama), Juan Daniel Tapia (3ra Antofagasta), Atilio de la Cruz (2da. Iquique), a los representantes de JIUMP, y VIUMP, pastores de otras iglesias cristianas de la ciudad, a los hermanos en general, vecinos y amigos, a todos quienes con su presencia nos acompañaron haciéndonos sentir su compañía y apoyo. Dios les bendiga, muchas gracias a nombre de nuestra congregación y de la familia.


Sin duda nos gozaremos y alabaremos al Señor con todo el corazón, como él nos enseñó:


“porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el señor vivimos; y si morimos, para el señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del señor somos.” Romanos 14: 7-8.


A nuestro Dios sea la Honra y Gloria desde hoy y para siempre.
Corresponsal
Iglesia 1ra. Calama.